domingo, 10 de junio de 2012

¿Qué es el Coaching?


Recientemente se ha puesto de moda el término “Coaching” y muchas personas no saben bien a bien qué es y para qué sirve. Suele confundirse con un tipo de terapia breve, o con alguna de las muchas disciplinas que están puestas al servicio del desarrollo humano para sanar heridas del pasado y tener un mejor presente. El coaching no es una terapia, tampoco es un ejercicio de asesoría, o de mentoring. El coaching es una disciplina profesional única y que tiene objetivos muy específicos.

            La palabra “Coaching” viene del francés “coche” que era una especie de carreta impulsada por caballos, es decir, igual que en nuestros días, era un medio de locomoción, algo que te hace desplazar con rapidez. En el mundo deportivo fue donde se empezó a usar este término y es el Coach quien visualiza las habilidades de un atleta o de un equipo y ayuda al deportista a gestionarlas para alcanzar su máximo rendimiento.

Entonces, haciendo una similitud, el Coach de negocios, el Coach ejecutivo, el Coach de vida, o cualquier otro que sea su expertise, es un profesional que a través de múltiples herramientas, ayuda a una persona a alcanzar un objetivo específico o a diseñar un mejor futuro en cualquier ámbito de su vida.

El Coaching se distingue por ser una disciplina que impulsa hacia el futuro, que en mediano o corto plazo provoca que el coacheé (así se llama a quien recibe el coaching) logre una meta específica y venza los obstáculos que se presentan en su camino. Visualiza todos los talentos, cambia de posición al coacheé o cliente para que no se centre en un solo punto de vista acerca de una misma situación y tome decisiones efectivas para la consecución de sus objetivos.

Para recibir un coaching de negocios, el coach no necesita ser experto en el negocio de su coacheé o cliente, dado que el proceso que llevarán no será una asesoría o capacitación. Sin embargo sí necesita ser un coach certificado y calificado, y tener bien desarrolladas las principales herramientas del Coaching, Algunas de ellas son:

·         Lograr establecer un clima de confianza y empatÍa

·         Conocer y practicar técnicas que permitan al coacheé establecer un objetivo claro para el proceso (una meta)

·         Mantener una escucha efectiva

·         Ser capaz de hacer preguntas poderosas que amplíen los puntos de vista del coacheé

·         Establecer tareas y compromisos claros que lleven a la obtención del estado deseado o meta, esto con herramientas bien sustentadas.

Una de las herramientas mas poderosas y que distingue al ejercicio del Coaching son las preguntas. El Coach formula preguntas que, probablemente el coacheé no se ha hecho aún. Esto con el interés de ampliar su marco perceptual y lograr que tenga enfoques múltiples de una misma situación.
Quizá la mayor diferencia entre la terapia y el Coaching sea que, un proceso de terapia es regenerador, sana el pasado. El proceso de Coaching es generador, mueve a nuevos estados y siempre mira hacia el futuro. Quien recibe Coaching está, en términos generales, bien en la mayoría de los aspectos de su vida, tiene un buen nivel de bienestar, pero desea estar mejor o alcanzar un objetivo específico. El principal papel del Coach es acompañarlo en este proceso e irle ayudando a ampliar su visión en el camino que recorre.

miércoles, 2 de mayo de 2012

EL LAZO DORADO


La relación más significativa que los seres humanos desarrollamos es, sin duda, la relación con nuestra madre. Este vínculo inicia desde antes del nacimiento mismo y casi podría decirse que al inicio son uno mismo. El que se logre la vida de un bebé, depende del cuerpo de su madre, las emociones que experimenta una mujer embarazada, inciden en el desarrollo del feto, y cientos de datos científicos como éstos comprueban la maravillosa e inexplicable relación que se genera entre una madre y su hijo desde su concepción.

Por otro lado, están las madres quienes no procrearon a sus hijos en el útero, sino que lo engendraron en el corazón y cuyo proceso de alumbramiento fue un sinuoso camino burocrático llamado adopción. Estas madres que desarrollan el instinto de una manera extraordinaria y que logran impregnar la vida de sus hijos con sus gestos, ademanes y manías, no porque se los hayan transmitido genéticamente, sino porque el amor infinito que irradian penetró cada poro de sus tan deseados hijos.

Los hijos aprenden a  amar porque se saben amados, y la primera lección que reciben es justamente de sus madres. Una relación madre-hijo establecida sanamente, entrega a los pequeños toda la materia prima para que se vivan merecedores de afecto, capaces, valiosos y empáticos. Adicionalmente, los principales valores de referencia de la vida los vemos reflejados en el espejo que nuestra madre representa. Es un lazo dorado que nos marca el rumbo en muchísimos aspectos de nuestra vida adulta y  pocas veces tenemos conciencia de ello. Ser madre es una enorme responsabilidad, pero un privilegio como pocos:

Mamá puede transformar un aburrido día de lluvia  en una emocionante aventura dentro de casa. La llegada de un hijo, convierte la vida de su madre en una aventura sin fin.
Mamá sabe todas las respuestas de la tarea, ¡hasta las más difíciles! Un hijo plantea las grandes preguntas, esas que le dan sentido a la vida de su madre.
Mamá desaparece a cualquier monstruo que habita debajo de la cama, con un abrazo. Cada mamá abrazada recibe el mayor trofeo a sus esfuerzos cotidianos.
Mamá cura una rodilla raspada con un beso. Con cada beso de su hijo, a una madre le suspira el alma.
Mamá siempre tiene las palabras para hacer sonreír a sus hijos. La sonrisa un hijo inunda de alegría el corazón de una madre.

Mamá es una hechicera que conoce pócimas para curar dolores de estómago, cabeza o muelas. Un hijo es un mago que desaparece los dolores de su madre con una sonrisa de su sucia carita.
Mamá hace de la casa un hogar para sus hijos. El hogar de mamá está hecho del corazón de sus hijos.
Una mamá desborda su amor en una sola mirada. La mirada de un hijo, le recuerda a su madre la presencia de Dios.