lunes, 22 de abril de 2013

¿Buscas pareja? ¿O buscas quien te haga feliz?



Cuando estamos en búsqueda de una relación, solemos pensar en encontrar a alguien que nos haga felices. También después una ruptura, el solo hecho de pensar en la posibilidad de quedarnos solos es aterrador, y empezamos a buscar la felicidad en pareja y llegamos a iniciar una nueva relación sin estar completamente seguros de haber cerrado un ciclo adecuadamente. El comenzar de nuevo con la idea de que "ahora sí seremos felices" es algo muy común, y no muy atinado. ¿Te suena familiar? ¡Sigue leyendo!
Con mucha frecuencia, cuando hago el planteamiento de ¿qué buscas en una relación de pareja? Recibo la respuesta, de "Alguien que me haga feliz" Esto con una antesala de peticiones como: "que me respete, que me permita ser yo mismo, que sea su prioridad, que me acepte tal como soy, que compartamos todo juntos, que me atienda" etc. ¡Vaya! Un príncipe azul o una princesa de cuento que además tenga súper poderes, porque el hecho de hacer feliz a otro, ¡tiene que ser un súper poder fuera de toda facultad humana!
Lamento decirte que si eso es lo que estás buscando, estás perdiendo tu tiempo. Sufrirás un descalabro tras otro porque nadie tiene el poder de hacerte feliz. Tal y como nadie tiene el poder de respirar por ti.
Las necesidades esenciales de tu vida sólo las puedes satisfacer tú mismo, y ser feliz pertenece a ese ámbito.
Te invito que a partir de hoy, dejes de buscar quien te haga feliz y empieces a descubrirte a ti mismo desde tus propias capacidades y fortalezas, que reconozcas tus áreas flacas y las conviertas en grandes desafíos a conquistar. Empieza a construirte como un ser pleno. Haz todo aquello que te engrandezca. Traza un plan de vida que te haga vibrar, que te motive a ser mejor cada día, a luchar por estar donde quieres estar. Trabaja sin descanso en reinventarte cada día, para que cada vez seas una nueva y mejor versión de ti mismo. Identifica tus valores y alinea cada área de tu vida a ellos. Honra el lugar de dónde vienes y no dejes de dar, al menos un pequeño paso, hacia dónde vas. Construye cada día tu felicidad con tus propias herramientas, bajo tu propio concepto de la misma, responsabilízate de ella. Atiende cada una de las necesidades de tu cuerpo, de tu mente y de tu espíritu. Y entonces, y sólo entonces, estarás en condiciones de compartir todo lo que eres con alguien más, y con seguridad verás que ese alguien está también haciéndose cargo de sí mismo y de su felicidad. Sabrás que, así como a nadie has hecho responsable de construirte, no mereces hacerte responsable de nadie. Pero que tomarse de la mano y cooperar en el crecimiento del otro es una forma de trascender y la única manera de tener una sana relación de PAREJA.
RosaMary Rodríguez Piana
LifeCoach Certificado